Dolor mandibular, estrés diario y bruxismo dental
El dolor dental y mandibular, junto por ejemplo al dolor de oídos, son uno de los dolores más molestos y difíciles de llevar. Hoy vamos a hablar de un dolor dental que puede parecer invisible en su origen, pero que si no lo detectamos podemos sufrir graves consecuencias para nuestros dientes. Hablamos del bruxismo y de sus consecuencias.
El bruxismo, una amenaza difícil de detectar
“Tengo una higiene dental perfecta, me alimento bien, no como azúcar, y sin embargo, me duelen los dientes y los tengo fatal”. Esto podría ser un buen ejemplo de una persona con bruxismo.
El bruxismo se trata de la acción de apretar los dientes de forma completamente involuntaria, principalmente, cuando dormimos.
Esto hace que a nuestros ojos sea una enfermedad difícil de detectar, y que los dentistas pueden diagnosticar por el desgaste de las piezas dentales que sufren las importantes cargas del rechinar.
Aparentemente duermes bien, y te despiertas bien, pero realmente te sorprenderías si te grabaras y escucharas y vieras lo que haces mientras duermes.
¿Por qué sufres bruxismo?
Las preocupaciones son la mayor fuente de bruxismo que existe. El estrés y una forma de vida acelerada también contribuyen de forma activa a un bruxismo que puede llegar a convertirse en crónico.
Cuando vivimos en permanente estrés, el sistema nervioso se encuentra en permanente alerta, lo cual genera el movimiento de la mandíbula, que en estado consciente podemos controlar, pero cuando dormimos tiene rienda suelta para apretar la dentadura de una forma bastante fuerte e incluso molesta para las personas que duerman en la misma habitación en muchos de los casos.
También algunos alimentos excitantes como el café, el alcohol, o el azúcar, son procursores del bruxismo, ya que alteran el sistema nervioso y acelerando su funcionamiento y provocando los impulsos mandibulares.
Consecuencias del bruxismo
Las consecuencias pueden ser nefastas tanto para nuestra salud como para la estética de nuestra sonrisa.
El bruxismo que perdura en el tiempo va dejando sus huellas lentamente, y puede que no percibamos los estragos que va causando poco a poco.
Desgaste dental, con su correspondiente sensibilidad dental. Fracturas dentales, infecciones de dientes, extracciones dentales, y un largo sinfín de enfermedades dentales son obra y consecuencia del bruxismo.
Otra de las consecuencias en forma de dolor son los dolores de cabeza. Una alta tensión mandibular provocada por el bruxismo acaba desembocando en dolores continuos de cabeza, con sensación de presión en los laterales del cráneo.
En este último caso es necesario acudir al un fisioterapeuta para que mediante masajes de relajación mandibular puedan reducir la tensión, y de esta forma aliviar estos dolores de cabeza.
Soluciones y consejos contra el bruxismo
Para solucionar el bruxismo, lo mejor es visitar al dentista para que haga un diagnóstico completo de la situación. Mientras tanto debemos empezar a concienciarnos de cambiar los hábitos de vida. Algunos de estos cambios pueden ser los siguientes:
- Reducir el estrés en el trabajo y reducir el número de horas y días de trabajo semanales.
- No ingerir demasiados alimentos excitantes como los ya mencionados anteriormente: azúcar, café, refrescos, alcohol, etc.. Sobre todo no consumirlos horas antes de ir a dormir.
- Desconectar de aparatos electrónicos al menos una hora antes de ir a dormir.
- Hacer deporte ayuda a relajar la tensión muscular y mandibular. Pero ojo, intentar no hacer deporte al menos 2 horas antes de ir a dormir.
- Acudir al dentista para que diseñe una férula de descarga que utilizaremos todas las noches mientras dormimos.
- Un buen consejo es silenciar el móvil durante algunas partes del día para no recibir constantemente notificaciones que nos mantengan alerta, alterando nuestro sistema nervioso.
Estas son algunas de las recomendaciones para intentar reducir la intensidad del bruxismo e incluso eliminarlo por completo con tiempo y paciencia. Al fin y al cabo, el bruxismo solo significa que algo no va bien, por lo que los cambios y recomendaciones deberían de hacerse para siempre, generando un ritmo de vida saludable no solo contra el bruxismo, sino contra el resto de enfermedades.