¿Compensa contratar luz y gas en un solo recibo?
Algunas comercializadoras de luz y gas ofrecen a sus clientes la posibilidad de recibir el cobro de estos productos en un solo recibo, incluso con una tarifa plana. Pero, ¿compensa hacerlo? Vamos a estudiar las diferentes opciones para saberlo.
¿Tienes contratada la luz en el mercado regulado?
Muchos clientes tienen contratada la luz en el mercado regulado. Son aquellos que tienen un bajo consumo y que no requieren de mucha potencia en sus hogares. Esto hace que el precio que se paga por la luz esté, como si nombre indica, regulado por ley. Normalmente, va a suponer un ahorro, por lo que no compensaría cambiar al mercado libre.
Para poder juntar los recibos de gas y de luz en uno solo y pagar una tarifa plana, es necesario estar en el mercado libre. Y aquí llega la segunda parte que muchos desconocen y es que el gas también puede formar parte del mercado regulado. Hay tarifas mini para hogares con muy poco consumo que forman parte de este mercado de precios fijados. Tal vez, la luz la tengas en un mercado libre y el gas en el regulado. Si es así, tampoco compensaría realizar el cambio.
Luz y gas en el mercado libre
Si tanto la luz como el gas lo tienes contratado en el mercado libre, entonces sí puedes juntar los recibos de luz y de gas en uno solo y optar por una tarifa plana. Esta es una buena política ya que de esta manera no hay sustos ni sobresaltos, todos los meses pagas lo mismo y a final de año se arreglan cuentas entre la compañía y el cliente.
Normalmente, la compañía estudia las cifras de consumo del cliente en los últimos meses y, en función de lo que vean, se fija un pago mensual o se ofrece al cliente la posibilidad de escoger entre un margen. Si se escoge la opción más baja se pagará menos todos los meses, pero tal vez a fin de año la cuenta salga negativa para el cliente y este deba de pagar más dinero. Si por el contrario se escoge la opción más alta, se pagará más durante todo el año pero al final es posible que se devuelva dinero por haberse pagado de más.
Se evitan así las oscilaciones y las diferencias en los recibos, sobre todo cuando se paga una calefacción o una climatización eléctricas.